viernes, 7 de agosto de 2009

Viernes, 7 de agosto

Oyuna con su madrido
A las 10 quedamos con Oyuna y su marido para arreglar el papeleo de la donación de los coches, lo que ha supuesto ir a una notaría para dar fe de que los coches se han donado.

El notario era una mujer de mediana edad bastante aparente, pero el despacho estaba en un edificio cochambroso que parecía la habitación de Torrente (los días que la arreglaba), después de un montón de fotocopias y sellos acabamos el papeleo.

Una vez más, Oyuna nos solucionó el avión de vuelta a España para Luis y Jeni, y el tren para Pekín para Miguel y Alex.

No había plazas en el tren para el domingo, las plazas mas inmediatas eran el jueves, hasta que entró Oyuna y su marido puertas adentro de la oficina, hablaron con el jefe de la estación (aquí siempre parece que hablan cabreaos) y consiguieron dos plazas para el sábado por la mañana. Una vez solucionado todo el tema de vuelos y trenes fuimos a comer y a tomar un café.

Por la tarde nos acercamos al Naaram Tul Market, que es el mercado mas grande de Asia central. Estuvimos unas tres horas porque nadie gritaba. Si llega a ser como en España (¡¡¡¡¡¡¡¡VAMOS MARÍA QUE LO REGALOOOOOOOOO, MEDIA DOCENAS DE BRAGAS CINCO EURRRRRRRRRROOOOOSSSSSSS!!!!!!!!! a chillo pelao) allí no aguantabamos ni dos minutos, pero la gente iba a su rollo y a pesar de ser inmenso, se pasaron las tres horas volando.

Para llegar allí cogimos un taxi. En Ulan Bataar todos los vehículos son taxis, solamente tienes que extender el brazo hacia la carretera y cualquier coche particular para y te lleva a 500 tugrus el km. Así que ya sabéis, si venís aquí no levantéis el brazo ni para rascaros el sobaquillo por que se pararán un montón de coches a cual más cutre, eso sí, no esperas ni un minuto.

Al final de todo el viaje, por fin en:

¡¡¡¡¡ULAAN BAATAR!!!!!


Ahora viene cuando todo el mundo cierra la página porque son los agradecimientos a un montón de personas que nos han ayudado a realizar este proyecto. Son muchos, pero como se nos van a olvidar algunos, daos por agradecidos y espero que lo hayáis disfrutado tanto como nosotros.

Una vez en España colgaremos más fotos de todo el viaje, sobre todo de la entrega del material a los chicos, que por falta de velocidad de la red se hace eterno colgarlas.

¡UN ABRAZO A TODOS!

jueves, 6 de agosto de 2009

Jueves, 6 de agosto

Hoy termina nuestro peregrinaje en coche.

Después de levantarnos y asearnos cogemos la nacional asfaltada que se dirige hacia Ulaan Baatar. Es una buena carretera aunque al estar en obras, a veces tenemos que coger pistas que discurren paralelas y que nos hacen recordar tiempos pasados.

En el tránsito por Mongolia hemos visto todo tipo de aves: Grullas, milanos, halcones, águilas, patos, gaviotas, charranes, lavanderas, cigüeña negra y muchos paseiriformes (pájaros de pequeño tamaño).

Águila dorada
En esta carretera llama la atención la gran cantidad de águilas y milanos que hay, dejándose acercar muchísimo, ya que en este país afortunadamente nadie les hace daño.

Al lado de la carretera había un lugar con dunas donde podías dar un paseo en camello.

Por fin, culmina nuestro viaje con la esperada llegada a la capital de Mongolia cumpliéndose de esta manera los planes establecidos meses antes en España.

Llegada a Ulaan Baatar
Entramos en Ulaan Baatar, buscamos hotel y llamamos por teléfono a Oyuna para solucionar al día siguiente la cesión de los coches a un orfanato o a gente para que vayan a visitar a ancianos que se encuentran solos y desvalidos.

Preguntamos dónde podemos hacer una llamada urbana y en un bar nos contestan que hay personas que se ponen en la calle con un teléfono inalámbrico para poder efectuar llamadas.

Después quedamos con la cónsul honoraria (Oyuna) y con su marido para llevar los coches a un garaje. Cenamos todos juntos, comentamos nuestro viaje con ellos y nos llevaron al hotel.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Miércoles, 5 de agosto

Nos levantamos más animados, pues sólo nos quedan unos 200 km de pista, si alcanzamos este punto no creemos que haya problemas para llegar a Ulan Bataar con los dos coches. Partimos tranquilos, la pista es algo mejor. A medio día está nublado y se ven tormentas alrededor.

Requera de agua
Paramos a comer y cuando se están haciendo las lentejas y está la mesa puesta cae una tromba de agua que hace que vayan regueras enormes de agua (más bien barro) por todos lados, incluso por encima de los puentes. En el Gobi la tierra no absorbe nada de agua y cuando llueve un poco, el agua corre hasta que llega un lugar donde no puede correr y lo inunda.

Comemos dentro del coche las lentejitas con patata y salimos con un poco de miedo por las enormes regueras.

Jeni comiendo las lentejas
para que vea su madre lo
bien que come
Vamos atravesándolas sin problemas durante toda la tarde, bastante divertido y ¡por fin! llegamos a la ansiada carretera. Ya parece más cerca el buen término de este viaje.

Cogemos carretera, visitamos un sitio de peregrinaje budista muy chulo, continuamos y antes de llegar al pueblo grande donde pensábamos dormir la carretera está en obras y nos echan a unas pistas en paralelo a la carretera. Nuestro gozo en un pozo.

Sitio de pereguinaje budista
Dormimos en un hotel familiar muy majo y cuidado. La hija estudia economía en Ulaan Bataar y está de vacaciones ayudando a los padres, habla un poquitín de inglés y charlamos bastante durante la cena. Duchita de agua caliente, qué lujo. En mi pelo vuelve a entrar el peine.

martes, 4 de agosto de 2009

Martes, 4 de agosto

Por la mañana decidimos aligerar peso y cambiar lo más pesado al coche de Miguel y Alex.

El profesor
Llega el profesor y se toma un cafelito con nosotros. Le damos algo más de material escolar, dos ruedas nuevas, una pala y las camisetas y pantalones de deporte que quedaban.

Él va a ver a su hermano de 94 años a un pueblo. Nos indica cómo coger la pista principal, nos hicimos unas fotos con él y nos despedimos, pensando que nos cogería porque llevaba la misma ruta y tenía un todoterreno.

Salimos despacito, cogemos la pista principal y con mucho tiento continuamos, parece que hace ruido pero que aguanta.

El paisaje es estepa desértica salpicada de montañas también sin vegetación, camellos, caballos, yaks, cabras y ovejas. Comemos en un regato, (un sitio precioso) en el que además podemos fregar con agua corriente. A un paisano le damos una botas, zapatillas y un jerrican. Al principio parece no creerlo pero lo coge gustoso.

La pista hoy es bastante mala ya que hay mucho tolé. Para evitarlo salimos por pistas paralelas que a veces están peor. Se crean muchas pistas paralelas para evitar las ya existentes en mal estado. Las pistas exteriores pueden desviarse a otros sitios sin darte cuenta.

Continuamos lentamente pero el otro coche también parece empezar de vez en cuando a hacer el mismo ruido pero sólo en la rueda derecha. Volvemos a conducir hasta casi de noche. Pasamos por un pueblo grande, echamos gasolina y a la salida acampamos.

Luna llena preciosa, no necesitamos luz.

Hoja de ruta

Con espíritu indomable han salido hoy, martes, 4 de agosto, los cuatro de la Adrada desde Ündzen-Us. A pesar de lo accidentadas de las carreteras secundarias mongolas han conseguido recorrer más de 248 km, aparcando los sufridos foritos en las inmediaciones de Bayankhongor. Curiosamente, dicha población también tiene aeródromo.


Ver a2m 2009.08.04 en un mapa más grande

lunes, 3 de agosto de 2009

Lunes, 3 de agosto

Nos levantamos, recogemos y a cargar el coche. El coche de Luis y Jeni sigue sin arrancar por las mañanas, así que empujón. Vemos que tiene el depósito vacío y dudamos entre si ha perdido la gasolina por algún rozón en los tubos que pasan por los bajos del coche o nos la han robado, pues no quisimos pagar para meter los coches dentro del hotel.

Miramos por debajo y vemos lo que llevaba haciendo ruido dos días, los silentblocks (articulaciones elásticas) de los brazos de suspensión del coche de Luis están devorados. El coche se balancea de atrás si lo empujas y golpetea a cada bache. Los kilómetros de pistas y la alta velocidad empiezan a pasar factura.

Tiene muy mala solución pues hay que sustituirlos por unos nuevos y de estos coches no hay recambios aquí. Los ánimos se nos vienen abajo, no sabemos si llegará el coche a Ulaan Bataar ya que nos quedaban 1.000 km todavía, de los cuales unos 600 eran de pistas. Vamos a la gasolinera y el depósito estaba lleno, por tanto dedujimos que el marcador de la gasolina estaba averiado y ésto nos empieza a animar. Decidimos parar en un taller a ver si nos lo solucionan.

El taller es un descampado al lado de una casa, la jefa, además de recepcionista, controla todo el cotarro. Al principio no sabíamos ni quiénes eran mecánicos ni quiénes no, pues allí todo el mundo metía mano a todos los coches que había. Nos dan precio y tiempo (1,5 a 2 horas) de reparación.

Cuando empiezan a desmontar vemos los silentblocks que son especiales, ¡mala espina! Nos llevan a un cuartucho y buscan silentblocks usados “parecidos”. Pienso que sería un milagro que tuviesen las mismas dimensiones, habrá que ver cómo los adaptan.

El corte en el silentblock
La jefa nos dice que los recambios van a parte, regateamos y llegamos a un acuerdo. Según va pasando el tiempo se va juntando gente alrededor a ver qué solución le dan y acuerdan cortar el silentblock con su alojamiento con la radial y soldarle el “nuevo”. Sabía que iba a flipar pero no tanto.

El mecánico que se pone con nosotros es muy poco espabilado y de vez en cuando le hacemos algunas cosas, sobre todo Luis que se desespera. Luego vimos que la gente en el taller se hace lo que puede y sólo deja a los mecánicos las cosas que no pueden hacer, como las soldaduras.

El coche levantado
Nos tiran el coche una vez al suelo, pues está levantado con una borriqueta totalmente inestable. Desde entonces subimos y bajos nosotros el coche.

Después de aportarles algunas soluciones e ideas consiguen cortar y soldar los “nuevos”. Esto llevó unas seis horas, entre tormentas de aire y agua. Salimos y una rueda hace el mismo ruido, quizá más, y la otra menos, porque las piezas no eran las que debían ser.

Por la tarde y sin comer continuamos camino a un ritmo mucho más tranquilo para que el coche pueda llegar sin dejarnos tirados. Los Dioses están con nosotros, la pista está bastante mejor que otros días ya que con la lluvia el tolé ondulé se nota menos.

Ya casi al anochecer llegamos a un poblado donde hay un señor que habla inglés bastante bien, es profesor y estudió cuatro años en Moscú, seis en Budapest y ha viajado a Italia, Grecia...

Le dejamos una caja llena de material y nos dan queso y una especie de postre hecho con leche, es como un yogur muy fuerte deshidratado, que no nos va mucho porque huele y sabe a corderazo.

El señor dice que no vamos por la pista principal y que con los coches que llevamos no podremos cruzar el río. Debemos ir hacia el norte unos 10 km y coger la pista principal que tiene construido un puente. Acampamos en una zona que nos indica y dice que por la mañana nos indicará la pista principal.

Luna llena, un sitio precioso al lado de una colinitas.

Hoja de ruta

Nuestros aventureros han salido hoy de Altai, para llegar a Ündzen-Us. Como curiosidad, parece ser que Altai tiene algo parecido a un aeropuerto. Lo digo por si alguien quiere darse un saltito ;-)

Para los amantes de los datos, os diré que hoy han recorrido, bache arriba, bache abajo, 133 km, que les queda, en línea recta, unos 721 km para llegar a Ulaanbaatar, y que si deciden dar la vuelta y volverse a La Adrada, tendrán que desandar, en línea recta, más de 7730 km.


Ver a2m 2009.08.03 en un mapa más grande